- Los medios deben representar bien la realidad. No confundir o ignorar los datos científicos y técnicos sobre qué es una enfermedad mental, documentándose e informándose de manera adecuada antes de producir la pieza comunicativa.
- Referirse a una persona diagnosticada con un trastorno mental como: persona con enfermedad mental / con problemas de salud mental. Evitar términos ofensivos, e inexactos que perpetúan la ignorancia y la estigma como enfermo mental, loco, maníaco, psicópata.
- Mencionar los problemas de salud mental solamente cuando es imprescindible para entender la noticia, en muchos casos las referencias a estos trastornos no son relevantes para el cuerpo de la pieza comunicativa.
Eliminar los titulares exagerados y sensacionalistas que refieren el tema de salud mental de manera gratuita para captar la atención del público.
- En las noticias relacionas con sucesos violentos, limitarse a describir los hechos directamente observables, mostrando el contexto y los factores causales son relegar la enfermedad como única excusa. No aventurarse a hacer prejuicios de la causa del hecho a una enfermedad mental. Omitir información sesgada que perpetúe falsos víncilos entre enfermedad mental y conductas violentas o ilegales.
- Describir los problemas de salud mental en el contexto de salud, haciendo énfasis en que estas situaciones o eventos le pueden suceder a cualquier persona y nadie está exento.
- Ilustrar de manera respetuosa con las personas con enfermedades mentales, haciendo énfasis en que estas personas no están aisladas y pueden interactuar con sus comunidades. En contraparte, no publicar imágenes falsas que transmitan la improductividad y el aislamiento o despierten el rechazo y la compasión; y por último, aquellas que relacionan las enfermedades mentales con otro tipo de discapacidades.
- No hacer hincapié en las diferencias, si no en las similitudes entre las personas con alguna enfermedad mental y las personas con buena salud mental. Entendiendo que pueden haber pacientes que padezcan alguna enfermedad Mental y que al estar controlados gozan de bienestar y pueden llevar una vida activa.
- Es indispensable contrastar las noticias institucionales con las del mundo médico-científico y potencializar aquellas provenientes de las personas directamente afectas (asociaciones de pacientes, familiares, y personas con enfermedades mentales).
- Usar la terminología adecuada para cada caso, no confundir las características de cada uno de los trastornos, ni hacer publicaciones que insinúen el encierro y el aislamiento a las personas con enfermedades mentales.
- Rectificar sin demora y al mismo nivel y eco aquellas informaciones que hayan perjudicado los derechos de las personas o asociaciones del ámbito de la salud mental o su imagen pública.
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